Avanzamos en derechos, avanzamos en dignidad

Ayer, 28 de octubre de 2023 se celebró una concentración de la comunidad sorda en la Plaza de Callao, Madrid, organizada por la CNSE. Multitud de personas sordas de toda España, personas sordociegas y familiares, amigos y profesionales signantes nos reunimos para celebrar que se cumplen 16 años desde la aprobación de la Ley 27/2007, de 23 de octubre, por la que se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación orade las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas. Para celebrar también, que 16 años después se ha publicado el Reglamento de las condiciones de utilización de la lengua de signos española y de los medios de apoyo a la comunicación oral para las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas. Y celebrar además, que seguimos avanzando y trabajando para lograr que las personas sordas, sordociegas y con discapacidad auditiva puedan ejercer sus derechos exactamente igual que el resto de las personas sin discapacidad, y puedan disfrutar de unos servicios accesibles y ajustados a las necesidades de cada uno.

Para mi fue un reencuentro. Un reencuentro con muchísimas personas que he ido conociendo a lo largo de los últimos 20 años. Pero también ha sido un viaje en el tiempo y un reencuentro con mi yo de hace 18 años. 

1 de octubre del año 2005. En aquel momento trabajaba como intérprete de LSE en FeSorCam, estudiaba por las tardes en la universidad y me había mudado recientemente con mi pareja. Se aprueba el anteproyecto de ley de la que sería la Ley que reconoce las Lenguas de Signos y se organiza una concentración estatal de miles de personas sordas en la Puerta del Sol. Se calcula que participaron unas 15.000 personas de toda España, desde las Asociaciones y Federaciones fletaron autobuses para llenar el centro de Madrid y celebrar que la ley que reconocería la Lengua de Signos estaba en el Congreso para ser debatida y aprobada. Era un momento histórico, emocionante. El reconocimiento de la LSE estaba encima de la mesa y los políticos estaban estudiándola.

(Imagen de la revista Faro del silencio nº 209)

Personalmente, para mí también era un momento muy especial: estaba allí trabajando como intérprete, codo a codo con otras compañeras, en el kilómetro cero, literal y figurado. Disfrutando y aprendiendo del lugar y el momento en el que estaba.

Ahora, 18 años después, continúo trabajando para la comunidad sorda, aunque desde otro lugar. Ya no trabajo como intérprete de LSE, sino como maestra en el CEIP El Sol, codo a codo con estupendos compañeros, algunos de los cuales estaban en la concentración de ayer, y también en la de aquel 1 de octubre de 2005. 18 años después me he mudado un par de veces más pero siempre con el mismo compañero de vida y ahora también con nuestros hijos.

18 años después volvemos a reunirnos personas sordas y profesionales, amigos y familiares signantes a celebrar que en estos años hemos avanzado, avanzamos y seguiremos avanzando. 

(compañeros del CEIP El Sol)

18 años después he vuelto a tener la misma sensación e ilusión de estar ahí, con la comunidad sorda, participando y disfrutando del momento. Pensando que tengo la inmensa suerte de trabajar donde me gusta, aportando a la sociedad, y que tengo la suerte de haber podido formarme en un mundo y una lengua apasionante, y continuar haciéndolo cada día.

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