A vueltas con la diversidad y la inclusión

El pasado 29 de enero de 2024 nos entregaron el premio Nacional de discapacidad Reina Letizia por nuestros ya más de 20 años de Proyecto Inclusivo en el CEIP El Sol. Siento que yo ya llevo la mitad de la andadura de este proyecto, pues este es mi undécimo curso trabajando en el colegio y me siento parte de él. Este proyecto, hoy en día consolidado y referente para otros centros y otras comunidades, es fruto de la apuesta y el esfuerzo de profesionales con mucha vocación. Profesionales, algunos, que trabajaron cuando el centro era un Instituto Nacional con residencia, posteriormente cuando el colegio era un Centro de Educación Especial, o que llegaron con la creación del colegio ordinario, y todos ellos apostaron por la integración de ambos centros, por el uso de la LSE y la inclusión en las aulas de alumnos oyentes y alumnos con discapacidad auditiva; con mucho trabajo por delante, repensando muchas cosas y remando un poco, si no contra corriente, sí al menos por aguas desconocidas. La historia del colegio la recojo en esta entrada, y en esta otra algunas ocasiones en las que la prensa se ha hecho eco de nuestro proyecto.

Pero, ¿Qué implica la inclusión y la diversidad en el aula?

Pensar en un aula en el que hay niños y niñas todos felizmente diferentes aprendiendo juntos con distintas lenguas, distintas necesidades y distintas culturas es idílico y parece mágico. Pero igual que en un espectáculo de magia, hay mucho trabajo detrás de bambalinas y muchas horas de ensayo. Eso sí, en nuestro caso la inclusión educativa no es un truco, ni una mera ilusión óptica, sino la realidad resultante de mucho trabajo, esfuerzo y vocación por parte de profesionales.
Lograr que un aula diversa funcione y en ella los niños aprendan y se sientan queridos es un trabajo largo, y a veces lleno de obstáculos que hemos de ir salvando. Como el agua que fluye por el río, lleno de piedras, rápidos y remansos, pero que gota a gota va fluyendo hacia su destino.
Supone muchas veces buscar nuevas formas de comunicar, encontrar ejemplos e imágenes que ayuden a visibilizar las diferencias, para comprendernos mejor, respetarnos y valorarlas. Cada uno de nuestros alumnos es único, diferente y delicado; y esto es algo que necesitamos tener siempre presente.
Implica también estar casi cada día replanteando nuestra labor, buscando maneras de llegar a todos, debatiendo una y otra vez algunas ideas, reuniéndonos y coordinándonos día sí y día también (y tardes, noches y "fiestas de guardar").
También requiere parar algunas clases, aparcar los libros y hablar de la empatía, tratando de ponernos en la piel del otro, diferente, tratando de sentirnos como él o ella, de vivir lo que él o ella vive; o enseñando también a resolver esos pequeños conflictos del día a día por medio de la comunicación positiva. 
Esto que nos encanta que hagan nuestros pequeños en las aulas, no siempre somos capaces de lograrlo los adultos, solo hay que ver las noticias y el panorama político actual. Trabajar todos juntos, reconociendo nuestras diferencias, abrazándolas y entendiendo que nuestras diferencias suman más que restan al conjunto. Ese es el camino.
Se trata de un camino largo, por suerte compartido, con sus días difíciles, pero también sus días con recompensas dentro del aula, con sus más y sus menos. 
Y un buen día te sorprendes con el mensaje de buena mañana de una compañera que te dice que nos han reconocido todo ese trabajo con el Premio Nacional de Discapacidad Reina Letizia. ¡Y que estamos en el BOE! Aquel día creo que todos los profesionales del colegio flotamos un poco, con una mezcla de emoción y adrenalina como si cayéramos por una cascada y durante unos instantes nos quedáramos suspendidos en el aire, flotando. 
Este reconocimiento es un revulsivo que nos anima a seguir, anima a que nuestra vocación siga latiendo, y pensemos que quizá sí vamos por el buen camino, así que sigamos caminando y remando. Sigamos apostando por este proyecto, sigamos formándonos, debatiendo, compartiendo, repensando y disfrutando del cole.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Jornada 25º aniversario de ABIPANS

Sello conmemorativo de Juan Fernández de Navarrete “el Mudo”

Reflexionando sobre los estilos educativos y las personas sordas

Avanzamos en derechos, avanzamos en dignidad