Menores y redes sociales

Hace unas semanas en una reunión del cole surgió un debate muy interesante sobre el acceso y uso que dan nuestros alumnos y alumnas a la tecnología en general y a las redes sociales en particular.

(Imagen de Flaticon)

Hasta hace relativamente poco era habitual que nuestras chicas y chicos durante el último curso, es decir, en 6º de Primaria, empezaran a tener móvil, por aquello de ir empezando a usarlo a las puertas del instituto. En ese momento doce años nos podía parecer algo pronto, pero entendíamos la preocupación de las familias, pues ya en el instituto la mayoría van y vienen solos, algunos necesitan usar el transporte público, y todos en general van teniendo cada vez más autonomía.

En la actualidad, en 5º de Primaria la mayor parte del alumnado ya tiene móvil, perfiles en las redes sociales, y algunos de ellos incluso empiezan a tener acceso a móvil e internet en 3º o 4º de Primaria. Parece, por tanto, que se va adelantando la edad de inicio en el uso de las redes sociales. Pero con 9 o 10 años, no nos engañemos, si les faltan herramientas para resolver pequeños conflictos en el patio de la vida real, cómo van a saber gestionar una red social: configurar la privacidad, no aceptar a personas desconocidas, gestionar pequeñas frustraciones como que una amiga o conocida no te acepte o te bloquee; por no mencionar el limitar el tiempo de uso… si somos los mayores y a veces nos enganchamos curioseando de un lado a otro y perdemos la noción del tiempo, ¿Cómo vamos a esperar que ellos lo sepan gestionar?

Casualidades de la vida, esta semana hemos recibido la visita de la Policía Nacional, que todos los años viene al colegio a hablar con nuestro alumnado sobre ciberseguridad, constatando que casi todos ellos tienen acceso a internet y perfiles de redes sociales. Estas visitas siempre son muy positivas, porque los policías les hablan de casos o ejemplos concretos para alertarles de los peligros de las redes, y cómo protegerse o qué hacer cuando observan acciones que pueden constituir un delito.

Algunos de nuestros alumnos tienen discapacidad auditiva y vienen al cole en ruta. Así que tienen dos barreras importantes: por un lado barreras en la comunicación, ya que muchos de ellos se comunican en LSE y/o tienen dificultades para seguir una conversación oral si no cuidamos aspectos como el ruido, la velocidad o que pueda verte la cara al hablar… Y por otro lado, ademas, están las barreras geográficas, ya que viven en distintos puntos de la Comunidad de Madrid. Para ellos es importante poder comunicarse a través del móvil con sus compañeros y amigos, porque en muchos casos no pueden sencillamente bajar al parque de casa y encontrarse con los amigos del cole, o con vecinos con los que se puedan comunicar con facilidad. En algunos casos el acceso a un móvil les ayuda a salir del aislamiento y la incomunicación. Así que el móvil y las redes sociales se convierte en un arma de doble filo: una herramienta muy positiva de comunicación, pero a la vez un peligro si no les ayudamos en su uso, y que puede llegar a convertirse en una adicción. Por eso es necesario que tanto desde casa como desde la escuela les ayudemos a aprender a manejarse con la tecnología.

Y a veces pasa, que basta que estés dándole vueltas a un tema, para que surjan a tu alrededor propuestas relacionadas con el mismo tema. Y esto es lo que me ha pasado. El uso/abuso de las redes sociales y las pantallas en general me preocupa como maestra, pero también como madre, lógicamente. Me inscribí en el NOOC Familias digitales: potenciando el buen uso de las redes sociales en familia (2ª edición) organizado por el INTEF en colaboración con la FAD. Como todos los NOOC que he realizado hasta ahora, presentan contenidos muy concretos y claros que aportan mucha información, y para finalizar y poder obtener la insignia digital proponen la elaboración de un decálogo. A continuación podéis ver el decálogo que he elaborado con todos los contenidos que hemos visto a lo largo del curso:

decálogo redes sociales de Sandra

Elaborar un decálogo es una buena manera de reflexionar, ya que supone ver/leer los contenidos, reflexionar sobre ellos, sintetizar las ideas más importantes y darle forma.

Como madre trato de mantener las pantallas en general lo más alejadas posible, limitando su uso. Evidentemente uso el móvil para hacer muchas gestiones, como todos, pero me gustaría que mis hijos tengan un amplio repertorio de herramientas, posibilidades y ocio alternativas a las pantallas, para que cuando llegue el momento de usar el móvil no desarrollen tanta dependencia. Pero también soy consciente de que llegará el día de empezar a utilizar un móvil y redes sociales y ese día quiero saber acompañarles en su uso.

Seguimos aprendiendo.

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