Autoevaluación de mi práctica cooperativa

Si me pongo a reflexionar y autoevaluar mi práctica cooperativa lo primero que viene a mi cabeza es ¿Qué evalúo: este curso o los anteriores? En los últimos años he ido trabajando cada vez más con estrategias o dinámicas del aprendizaje cooperativo. Menos este curso...

Este curso, con las medidas por la situación de pandemia, y con mis miedos personales tomé la decisión de que en el aula tuviéramos una disposición individual, y hasta ahora no hemos empezado a hacer trabajo en grupo (el proyecto que expliqué en esta entrada lo estoy realizando actualmente en el aula). Sí que hemos puesto en práctica algunas actividades y dinámicas del aprendizaje cooperativo, y tengo la suerte de ser una clase muy participativa y colaborativa. Pero tanto a ellos como a mí nos ha faltado estar más cerca los unos de los otros (por curiosidad diré que mis chicos son de los que terminan y se levantan a ayudar al compañero).

A esto hay que añadir que yo desempeño mi labor docente en un centro preferente para alumnos con discapacidad auditiva, por lo que es especialmente importante dar oportunidades para la comunicación ente iguales dentro del aula, y concienciar a todos los alumnos de que deben esforzarse para ser comprendidos por todos. Habitualmente los alumnos oyentes van aprendiendo signos de la LSE a lo largo de su escolaridad, y todos tienen muy claro algunas estrategias comunicativas, como mirar de frente, llamar la atención del compañero antes de hablar, hablar despacio y de forma clara, no taparse la boca (aunque ahora con las mascarillas nos las han tapado a todos...).

Si tengo en cuenta preferiblemente los cursos anteriores más que este, diré que sí utilizo estrategias de aprendizaje cooperativo, en concreto el Programa CA/AC "Cooperar para aprender /Aprender a cooperar" de Pujolàs y colaboradores. De este programa he ido sacando estrategias para utilizar en el aula.

Habitualmente a principio de curso realizo actividades para favorecer que nos conozcamos y favorecer la cohesión de grupo, como las dinámicas de la Maleta y la tela de araña. También actividades para mostrar la importancia del trabajo en grupo a partir de situaciones o textos donde se ve cómo trabajar en grupo nos hace llegar más lejos: el cuento de la Asamblea en la Carpintería y el ejemplo de cómo migran los pájaros

Posteriormente, en el trabajo en equipos propiamente dicho (esto es lo que me ha faltado este curso...) dinámicas como la Estructura 1-2-4, el folio giratorio, o los lápices al centro. Algunos cursos incluso realizaron los alumnos tarjetas para la organización interna de los grupos estableciendo los cargos, funciones e imágenes que simbolizaran este cargo. Por las características del centro dentro de los cargos incluimos un mediador comunicativo en cada grupo (un compañero que sabe más LSE, o que ajusta más su discurso para facilitar la comunicación dentro del equipo).

Esto lo hemos podido hacer, en parte, gracias a trabajar siempre dos personas en el aula: la tutora y cotutora, así que evidentemente siempre requiere una coordinación, no sólo en el aula sino también en el nivel. En los últimos años (a excepción de este) solíamos acordar en nivel e incluso en ciclo actividades de inicio de curso como una gymkana, o comenzar con las dinámicas de la maleta, o la tela de araña para favorecer que se conozcan y romper un poco el hielo.

En mi experiencia el trabajo cooperativo siempre es enriquecedor, aunque en ocasiones tiene dificultades para llevarlo a cabo: a veces dificultades derivadas de algún alumno con un comportamiento más problemático, o alumnos que están menos acostumbrados o predispuestos al trabajo en grupo. Aunque mi sensación es que cuanto más trabajo estas dinámicas más segura me siento, y creo que funciona mejor. Por otro lado este tipo de trabajo requiere de una inversión de tiempo para aprender a cooperar, y a veces esta inversión de tiempo condiciona el avance del currículo: hemos de estar abiertos y entender que a veces es necesario dedicar una clase de matemáticas o lengua a explicar una dinámica o a hablar de cómo estamos trabajando, y reflexionar, guiar a los alumnos en el trabajo en equipo,... de la misma manera que a veces tras un conflicto en el patio tenemos que hacer una tutoría  aunque tocara Naturales, por ejemplo.

Creo firmemente que tiene muchos más beneficios que dificultades. El principal obviamente es que aprendemos a trabajar en equipo, lo cual nos vale para toda la vida: en casa, con los amigos, en el trabajo,... y nos ayuda a entender que muchas veces:

(Compartido por Jenniffer Alonzo en Pinterest)

Ojalá el curso que viene sea algo más "normal" para poder seguir trabajando en esta línea, ya que los últimos años lo he disfrutado mucho y he aprendido mucho haciendo aprendizaje cooperativo.

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