Autoevaluación y reflexión sobre mi práctica docente

Este ha sido mi primer curso como tutora. Sola. Digo sola porque llevo años trabajando como cotutora. En mi centro en el aula somos dos maestras: tutora y cotutora. La tutora es el referente para todos los alumnos, lógicamente; y la cotutora es el referente para los alumnos sordos que están en el aula en modalidad compartida. Esta forma de trabajar es muy enriquecedora, porque compartes todas las experiencias del aula al tiempo que facilitas que los alumnos con discapacidad auditiva también puedan compartir y participar en todas esas experiencias, ofreciendo un apoyo casi siempre dentro del aula. Lo explico un poco más en esta entrada.

Este curso 2020-2021, como consecuencia de la situación de pandemia y la bajada de ratios, he sido tutora "en solitario" de una clase. Una clase pequeña pero intensa. Ojo, que digo intensa en el buen sentido.

Acostumbrada a trabajar en equipo esto ha sido un gran cambio. Y lo quería hacer bien, y como en mi aula seguía habiendo alumnos con discapacidad auditiva en cierto modo pretendía ser "tutora y cotutora" a la vez.

Pero sobre todo quería ser una buena tutora. Hacer que este año tan difícil y tan extraño para todos a la vez fuera un año memorable. Ya que no podemos hacer salidas complementarias, pues traer curiosidades al aula. Ya que no sabíamos si tendríamos que confinarnos otra vez, pues poner en marcha un buen aula virtual y enseñar a los alumnos a manejar el correo electrónico, aula virtual y herramientas digitales que he ido descubriendo con ellos y que son muy útiles. Y tratar de compensar el tiempo de confinamiento (que levante la mano el profe que no ha pensado esto...).

(tomada de 123RF)

También me propuse tratar de lograr una buena comunicación y cercanía con las familias, ya que apenas podría tener contacto directo con muchas de ellas (algunos de mis alumnos van y vienen al cole en ruta), y permitirles ver algo del cole desde casa. Como profe y como madre a mí me encanta ver las aulas físicamente con los trabajos de los niños, la disposición, etc. porque dice mucho del grupo y del profe.

Después del confinamiento, volvía a las aulas con mucho entusiasmo, y quería transmitirles y contagiarles de ese entusiasmo. Y a día de hoy espero haberlo logrado.

Este curso ha sido el primero en el que he decidido además de la reflexión final que todos hacemos a final de curso, proponerles a los alumnos que lo valoren ellos a través de un cuestionario anónimo. Para ello me he inspirado en un cuestionario del blog RecursosEP. Y me alegro mucho de haberlo hecho, por un lado porque me da más datos de como ha ido, de qué cosas puedo mejorar; pero sobre todo porque a ellos les ha hecho reflexionar sobre las clases y sentir que son tenidos en cuenta.

Creo que a partir de ahora todos los cursos volveré a hacerlo, y animaré a otros compañeros a hacerlo también.

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